Sí usted es una de las miles de personas que cada día buscan una cita para solicitar pasaporte en uno de los Consulados de Guatemala en Estados Unidos y no la consiguen, ahora se añade otro dolor de cabeza: empiezan a escasear las libretas para emisión de dicho documento, principalmente en las sedes consulares donde no hay centro de impresión.
Desde antes de la emergencia provocada por el COVID-19, varios consulados guatemaltecos en la Unión Americana ya enfrentaban retrasos en la entrega del pasaporte, derivado de varias ocasiones en que hubo escasez de libretas durante la administración de la ex-Canciller Sandra Jovel.
A lo anterior, se agregaron las miles de citas que fueron reprogramadas en Consulados Móviles, por causa una decisión unilateral del ex-Vicecanciller Pablo García, quien sin consultar a la entonces Dirección de Migración y al RENAP, realizó un procesamiento de datos no autorizado, lo que invalidó ante estas dos instituciones los trámites realizados por inmigrantes guatemaltecos y que ocasionó pérdida de tiempo y de dinero para los usuarios.
En medio de ese panorama, a partir de marzo del 2020, todos los Consulados modificaron sus procesos de atención a raíz de la emergencia mundial por la pandemia del COVID-19, lo que limitó su capacidad de atención al público. Actualmente las restricciones siguen vigentes en seguimiento a las órdenes de las autoridades de salud estadounidenses.
Ante las puertas de una posible reforma migratoria,
pero sin pasaportes para indocumentados guatemaltecos
Con el cambio de Gobierno en los Estados Unidos, la esperanza para cientos de miles de indocumentados guatemaltecos ante la posibilidad de una legalización de su estatus migratorio ha crecido.
Se eliminaron los Acuerdos de Tercer País Seguro firmados entre la administración Trumpista con el Gobierno de Jimmy Morales.
Y a partir del próximo viernes, La Casa Blanca informó que empezarán a dar los primeros pasos para atender las solicitudes de asilo de miles de inmigrantes varados en la frontera norte de México. De acuerdo a reportes de prensa, se podrían contar entre 15 mil a 16 mil guatemaltecos dentro de esos grupos. Para continuar sus casos en las Cortes de Migración estadounidenses, estas personas necesitarán ser documentadas por los Consulados de Guatemala.
Y todo indica que las autoridades gubernamentales de Guatemala no están preparadas para atender a estos solicitantes de asilo con sus documentos, pues actualmente no están en la capacidad de atender en su totalidad a quienes ya están en territorio estadounidense. Y el panorama no es favorecedor para las indocumentados guatemaltecos cuando se habla de una potencial reforma migratoria.
La Voz del Inmigrante en reiteradas ocasiones ha solicitado una entrevista con el Vice-Canciller Eduardo Hernández, para tratar este tema, entre otros, pero la respuesta siempre es la misma: el funcionario tiene una agenda ocupada que no le ha permitido atendernos. Tampoco hemos tenido suerte en el Instituto Guatemalteco de Migración.
Varios mensajes enviados de manera privada a La Voz del Inmigrante por parte de guatemaltecos quienes aseguran que solicitaron pasaportes desde diciembre de 2020 y no lo han recibido, constituyen una señal de la nueva crisis que se avecina.
Actualmente solo 7 consulados cuentan con la capacidad de imprimir pasaportes: Houston, Texas; Los Ángeles, California; Nueva York, Nueva York; Chicago, Illinois; Silver Spring, Maryland; Lake Worth, Florida. Adicionalmente a atender las solicitudes que reciben directamente, deben imprimir este tipo de identificación que solicitan en otros consulados que no cuentan con estas facilidades.
Corresponde al Instituto Guatemalteco de Migración dotar a los consulados del equipo de computación y de software.
Altos funcionarios de esta institución informaron que dos procesos para compra de cientos de miles de libretas para pasaportes fueron anuladas a solicitud de la Controlaría General de Cuentas de Guatemala y lanzar una nueva licitación podría tomar hasta 4 meses.
Cada día que pasa, el número de libretas para pasaportes disminuye en los centros de impresión en las sedes consulares, por lo que los tiempos de espera para recibirlo aumentan, al igual que los inconvenientes para los usuarios que necesitan esta forma de identificación que les ayuda a viajar, a realizar trámites migratorios y podría incluso ayudarlos a identificarse a la hora de recibir la vacuna contra el COVID-19.