A través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, el Gobierno hizo público hace unos momentos su rechazo y condena a la política migratoria de «cero tolerancia» de la actual administración de los Estados Unidos, que ha causado la separación de 2,000 niños de sus padres, incluyendo a 475 guatemaltecos, desde abril de 2018.
«El Gobierno de Guatemala lamenta, condena y rechaza la política migratoria impulsada por el Gobierno de Estados Unidos, por considerar que viola los Derechos Humanos y destruye la unidad familiar», señala el comunicado de prensa.
Ante la próxima visita del Vicepresidente de los Estados Unidos de América, Mike Pence, a Guatemala, se aprovechará para establecer un diálogo para solucionar el drama humano que viven las familias guatemaltecas indocumentadas, cuyos miembros han sido separados y se encuentran detenidos (los adultos) y albergados (los menores) en diferentes regiones.
Se indica que ese organismo estatal ya envió ayer una nota al Secretario de Estado, Mike Pompeo, para que intervenga, además de pedir que se respeten los derechos humanos de cada uno de los miembros de las familias.
«Pide (el Ejecutivo guatemalteco) al Gobierno de Estados Unidos reconsiderar sus políticas migratorias y buscar acciones que garanticen sus objetivos sin atropellar los derechos de los migrantes ni la unidad familiar. A través de esta Cancillería se redoblan esfuerzos, a fin de garantizar que nuestros connacionales reciban el apoyo y la asesoría necesarios, para velar por la plena defensa de los derechos de las familias afectadas».
Los tres consulados de Guatemala en la frontera Sur de los Estados Unidos (en McAllen y del Río, Texas; y, Tucson, Arizona), se encuentran permanentemente brindando asistencia y protección consular a los guatemaltecos que se encuentran en la zona fronteriza.
