El Servicio de Inmigración y Aduanas, conocido como ICE, confirmó hoy que detuvo a 650 inmigrantes indocumentados durante una serie de operaciones que realizó la semana anterior, a través de su Oficina de Detención y Deportación, ERO por sus siglas en inglés, en diferentes regiones de los Estados Unidos de América.

Los operativos estuvieron enfocados en personas que ingresaron a territorio estadounidense como menores no acompañados, así como a unidades familiares. Eventos similares tuvieron lugar en enero y febrero de 2016, como respuesta al aumento en la inmigración irregular de inmigrantes irregulares provenientes de Centroamérica.

En un comunicado de prensa, ICE enfatizó que todas las personas detenidas tienen una orden final de deportación emitida por un juez federal y que además no tienen la opción de apelar o solicitar la reapertura de sus casos ante las cortes de inmigración.

De los 650 arrestos realizados a nivel nacional entre el 23 al 26 de julio, 73 indocumentados eran parte de unidades familiares y 120 entraron como menores no acompañados. El resto, es decir, 475 fueron encontrados durante los operativos.

130 de ellos tienen algún antecedentes criminal, en adición a no contar con un estatus regular para estar en los Estados Unidos.

Los menores que ingresaron al país irregularmente y que fueron detenidos, ya han cumplido los 18 años de edad, mientras que otros tienen 16 años y han cometido algún delito o tienen relación con pandillas o «maras».

El Director de ICE, Thoman Homanm, declaró que «entrar ilegalmente a los Estados Unidos como una familia o bien como menor de edad no acompañado, no protege a los individuos de ser sujetos a las leyes migratorias de este país. Lo instó a que consideren realizar el viaje peligro e ilegal para llegar a los Estados Unidos; no corran el riesgo. Si ustedes no tienen bases para justificar su permanencia en los Estados Unidos, serán identificados, detenidos y regresados a sus países de origien», señaló.