Texto y fotografías: Carlos Roberto Calderón
Vídeo: YouTube INGUAT
A bordo de un helicóptero nos transportaron al Mirador Basin. Un viaje maravilloso en el cual, desde el aire, se puede observar la Biósfera Maya en todo su esplendor, llena de verdes imposibles y un paisaje digno de un cuento de hadas.
Después de una hora, inesperadamente puede observarse desde el aire una estructura que lo deja a uno sin aliento, la cual se eleva en un punto perdido en la bastedad de esa estampa mítica.
LA DANTA, que significa tapir, fue bautizada asi por los cultivadores de chicle del área, ella nos advierte que estamos a punto de vivir algo que nos cambiará la vida para siempre, pronto aterrizaremos en el Mirador Basin.
Con una sonrisa nos recibe Richard Hansen, un arqueólogo estadounidense que ha vivido en esa región por más de treinta y siete años, dedicando su vida a la exploración y al descubrimiento de una de las civilizaciones más refinadas que han existido en todos los tiempos.
La entrega de Richard Hansen no tiene límites y en condiciones difíciles ha protegido y preservado esa joya que estamos a punto de visitar.
Nos adentramos en el bosque tropical, mientras Hansen nos recita una cátedra digna de cualquier aula universitaria, haciendo gala de una información invaluable.
Nos comparte, con lujo de detalles, la forma de vida de los mayas y como su legado ha ido proporcionando nuevos detalles que cambian por completo los estándares de lo que se conoce hasta la fecha de esta cultura ancestral.
Al estilo de “Jurasic Park” hacemos un recorrido en un carrito que se mueve entre el denso bosque, el cual Richard conduce con destreza y en el camino improvisado respeta cada arbol y planta de ese mundo mágico, el cual guarda entre su denso verde decenas de estructuras mayas.
Durante el paseo en este mo- numental bosque podemos escuchar sonidos maravillosos, pareciera que la selva habla y que endulza nuestros oidos, lo que visualmente es complementado por la flora y la fauna.
Lejos estaba de imaginar que en mi vida podría descubrir la región de Mesoamérica más grande: el Reino Kan – Reino de la Serpiente- en todo su esplendor.
Y es que LA DANTA mide 72 metros de altura su ancho abarca el equivalente a varios estadios de fútbol, desde ella se pueden observar otros montículos como El Tigre y Los Monos. Al escalar La Danta se puede divisar la bastedad del paisaje, interminable, casi infinito, un momento donde uno se percata que es la pirámide más grande del mundo antiguo.
El lujo más grande fue poder almorzar en lo más alto y preguntarle a Richard Hansen cual habia sido el momento más feliz e inolvidable de esos 37 años de trabajo.
Sin titubear regresó a enero de 1979, cuando en la Estructura 34, en una excavacion, tuvo en sus manos una vasija que al descifrarla determinaba el modelo evolutivo de los mayas y con esa información cambiaba lo que se conocía hasta la fecha de los mayas.
Agregó que trascurrieron 20 años, para que sus colegas, a quienes pretendió convencer que estaban equivocados, entendieran que tenía razón.
Elsie Didonoy, CEO de Mi Be-lla Guatemala Travels, caminó conmigo los senderos y escaló las estructuras. Ambos, al final de la visita, coincidimos que El Mirador debe ser declarado Santuario Protegido, Patrimonio Cultural para los siglos venideros y es que el sueño de Richard Hansen es construir un tren que comunique Carmelita, el poblado más cercano, que se encuentra a 40 kilómetros del Parque de El Mirador, y que de esa forma se preserve y se cuide como la joya que es.
Al visitar EL MIRADOR, me sentí como un niño, ese niño atrevido, insolente e irreverente con toda la actitud de conquistar ese mundo perdido, mundo que se debe de comer de golpe y de forma intensa, un tesoro exotico y bien guardado donde los sonidos y su olor nos indican que es tiempo de volver a soñar.
¡Y juntos compartir la magia y el sueño de Richard Hansen!
