El Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos de América dio a conocer hoy, de manera oficial, una serie de lineamientos a seguir para ampliar las detenciones y eventuales deportaciones de personas que viven de manera irregular en este país, como parte de la orden ejecutiva firmada por el Presidente Donald Trump para hacer frente a la inmigración ilegal.
Bajo las nuevas normas, cualquier persona indocumentada podrá ser detenida y arrestada por agentes de migración, sin excepción alguna, y de girarse una orden de remoción, serán deportados.
Las órdenes instruyen a todos los agentes de la Patrulla Fronteriza y de Inmigración y Aduanas, ICE, a identificar, capturar y deportar de una manera rápida a cada indocumentado que encuentren.
Se ordena además la contratación de 10 mil agentes de migración adicionales y la expansión del muro fronterizo en la frontera entre México y los Estados Unidos. Los inmigrantes que sean detenidos entrando ilegalmente a territorio estadounidsense permanecerán detenidos hasta que sus casos sean resueltos, con lo que finaliza la práctica de «detener-soltar».
Establece como prioridad la detención y deportación de indocumentados que tengan antecedentes criminales. También podrían ser deportados quienes tengan antecedentes por DUI o personas con órdenes finales de deportación aunque no tengan récord criminal.
Las personas indocumentadas detenidas por agentes migratorios que no comprueben que han vivido en los Estados Unidos durante al menos dos años de manera continúa, también serán sujetos a ser deportados de manera inmediata.
«El personal tiene la autoridad completa para arrestar o detener a cualquier persona a la que un agente migratorio considere que está violando las leyes de migración. Además, pueden iniciar los procedimientos para deportarlos».
Dentro de las nuevas instrucciones, se permiten que las personas detenidas entrando ilegalmente por la frontera con México, sean enviadas de nuevo a ese país, en lugar de sus naciones de origen.
Los solicitantes de asilo humanitario, luego de haber comprobado que sus vidas corren peligro si son deportados a sus países, serían enviados a México, donde tendrían que esperar una respuesta final a sus peticiones.
Más de 750,000 jóvenes indocumentados protegidos por el alivio migratorio conocido como DACA no serán afectados por estas medidas.
