El Obispo de Huehuetenango, Álvaro Ramazzinni, declaró el pasado sábado 19 de Julio durante su intervención en la XIII Conferencia Nacional Maya USA 2014, que una sociedad que discrimina a los inmigrantes, principalmente a los niños, no es una sociedad cristiana, al referirse a la conducta de grupos antimigrantes que rechazan la presencia de miles de niños guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y mexicanos, que cruzan solos la frontera entre Estados Unidos y México en grandes números durante las últimas semanas.
Agregó que la crisis humanitaria que se vive en la zona fronteriza de Texas debe ser vista desde el punto de vista del peligro en que están los menores y dejar a un lado lo político o económico. «El impacto que sufre un inmigrante al llegar a un nuevo país es muy grande y por eso es muy importante el apoyo comunitario», señaló.
El líder religioso dijo que desde hace 6 años ellos denunciaron el aumento en el paso de menores por las áreas fronterizas de Guatemala y México. La denuncia fue hecha pública, ante medios de comunicación, pero no le prestaron atención. «De un promedio de 1,100 ascendió a arriba de 48 mil menores. Hasta que no ocurre una tragedia como fue la muerte del primer adolescente, no se presta atención», enfatizó.
«Para el cristiano verdadero, nadie es extranjero; una sociedad que discrimina, no tiene derecho a llamarse cristiana. Dios quiere que seamos felices. Dios es amor. El cristianismo verdadero me hace crecer como humano y eso no sucede en una sociedad que deja entrar el racismo», denunció.
Ramazzini indicó que las consecuencias de la salida masiva de niños y adolescentes guatemaltecos se verán reflejadas en el futuro. En el caso de Guatemala, la falta de oportunidades de educación y trabajo, provocan el éxodo de los connacionales, y de ello son responsable tanto las autoridades Ejecutivas como Legislativas.
Migración masiva de menores
similar al desplazamiento de la guerra
El líder eclesiástico consideró que el movimiento masivo de niños y jóvenes que tratan de entrar a los Estados Unidos es similar al que provocó la guerra interna de Guatemala, que también desplazó a miles de personas que huían del conflicto armado.

En la actual crisis, anotó que el Gobierno de los Estados Unidos debe estudiar cada caso para conocer las razones exactas por las que cada uno de los menores abandonaron sus países y, de esa manera, resolver el problema.
«A los menores les diría que no lo hagan, que no viajen, por los riesgos que corren y para que dejen de hacerle el negocio a los coyotes. En el caso de los adultos es diferente», concluyó.
El Obispo, junto al Reverendo Mat Xun Bernabé Francisco, Párroco en San Mateo Ixtatán, Huehuetengo, visitarán hoy lunes diferentes albergues en Arizona, junto a la Cónsul de Guatemala en ese Estado, Jimena Díaz.
